El equipo está dividido en tres grupos: el de atención telefónica, el de intervención domiciliaria y el de evolución de los casos y seguimiento.
Ante el llamado atendido por la línea 137, se procede al desplazamiento de un móvil policial no identificable que traslada al equipo de la Brigada Móvil de Atención a Víctimas de Violencia Familiar.
El móvil no identificable se encuentra tripulado por personal policial, quienes son los primeros en llegar al lugar y realizar un diagnóstico de la situación.
Esto significa que tocan el timbre en el domicilio consignado, se presentan y evalúan la situación. Si no existe una situación de peligro inmediato (presencia del agresor) y se trata de un pedido de ayuda, se le indica a las/os profesionales del Equipo Móvil que pueden descender del vehículo y hacerse cargo de la situación.
El equipo entiende que hacerse cargo puede abarcar diversas alternativas: ofrecer contención a las víctimas, dar intervención al servicio de Emergencias Médicas, acompañar al hospital si no se tratase de un caso que requiriese de la ambulancia, articular con Fiscalías, Defensorías, Juzgados según corresponda en cada caso.
La presencia de los dos oficiales de policía que complementan la formación del Equipo Móvil tiene por objeto brindar apoyo y seguridad a las y los profesionales y a la víctima, como establecer cualquier tipo de comunicación que fuese necesaria, tanto con algún superior como con Fiscalías o Juzgados intervinientes.
Tanto las psicólogas y psicólogos como las trabajadoras y trabajadores sociales intervienen en la atención y el acompañamiento técnico necesario según sean las características de la víctima y su situación.
Si la víctima desea formular una denuncia se la acompaña a la Oficina de Violencia Domestica de la Suprema Corte de Justicia (OVD) para que pueda sortearse el juzgado correspondiente.
El Equipo está integrado por cuatro abogadas de guardia, es decir, con teléfono disponible permanentemente para responder las consultas del Equipo que interviene en calle.
El caso queda a cargo del Equipo de Seguimiento, que constituye el segundo momento de las intervenciones y se ocupa del estado de la víctima en particular si no ha denunciado la violencia y retorna a su hogar. Se le ofrece contacto con distintas instituciones.